Mujeres que inspiran: conversación con Magda Sofia Pérez Caballero, directora de país de Glasswing International en Honduras
Publicado en January 25, 2024 por GlasswingMagda Sofia Pérez Caballero supo desde muy pequeña que iba a estudiar. Sus planes de estudiar no eran solo el resultado de su curiosidad y amor por el aprendizaje, aunque eso también la motivaba.
La razón principal por la que decidió estudiar fue que su madre la animó a hacerlo.
“Mi madre me decía: ‘mira, tienes que estudiar, tienes que ser independiente, no tienes que esperar a que un hombre te lo dé todo’. Esa fue mi educación. Eso te hace responsable”, dice Magda.
Magda es la directora de país de Glasswing en Honduras. Dirige un equipo de 120 personas en todo el país, con oficinas en la capital, Tegucigalpa, y en la ciudad noroccidental de San Pedro Sula. Como ha sido una inspiración para cientos de personas de staff, voluntarias, voluntarios y estudiantes de Glasswing, hablamos con ella recientemente para saber quién, a su vez, la inspira.
Encontrando inspiración en mujeres con determinación
La respuesta: su madre, Zoreyda, que crió a Magda y a sus cuatro hermanas y hermanos en Tegucigalpa, y que inspiró a Magda con su ánimo, creatividad y tenacidad.
Y su tía, Alma, quien obtuvo una beca para estudiar en Tegucigalpa y luego otras becas para estudiar en Francia. Obtuvo un máster y dos doctorados, en literatura y teatro.
Y mujeres como Gladys Lanza, la activista hondureña que, como coordinadora del movimiento por los derechos de la mujer Visitación Pandilla, abogó públicamente por los derechos humanos. Fue condenada a prisión por defender a una mujer que había denunciado a un funcionario del gobierno.
“Admiro a estas mujeres que tienen un micrófono enfrente, que tienen el valor de hablar. Tienen las manos en alto, defendiendo los derechos de las mujeres. Para mí son un ejemplo”, dijo Magda.
Habrás notado una tendencia. A Magda le inspiran las mujeres que actúan, alzan la voz y dan poder.
Incluiremos un ejemplo más. Uno de los programas que Magda supervisa en Honduras es Jóvenes Líderes de Impacto (JLI), que cuenta con el apoyo de la Fundación Howard G. Buffett. JLI proporciona a jóvenes de entre 15 y 22 años una primera experiencia laboral, un estipendio mensual durante seis meses y formación en habilidades para la vida. Una joven del programa, Jennifer, que vive en San Pedro Sula, utilizó su estipendio para ahorrar lo suficiente para comprar un caballo y una carreta. Con esto montó su propio negocio de venta de vegetales.
Programas que empoderan
Historias como la de Jennifer son la esencia de lo que Magda adora de su trabajo. “Somos una organización honesta que hace lo mejor que puede por las y los participantes con quienes trabajamos”, afirma. “Eso es lo que me gusta, influir en algo positivo y ofrecer lo mejor a las y los participantes. Para mí, eso es lo más importante: lo que les proporcionamos como organización de desarrollo”.
Magda y su equipo lo hacen a través de varios programas. Además de JLI, otra iniciativa importante es SanaMente, el programa insignia de salud mental de Glasswing que cuenta con el apoyo de The Audacious Project. La tasa de homicidios en Honduras ha descendido en los últimos años, pero es una de las más altas del mundo. Entre los afectados por la violencia y los traumas que causa se encuentran los profesionales de la salud pública, las fuerzas del orden, los funcionarios públicos y la comunidad educativa. SanaMente les ofrece formación en salud mental para ayudarles a gestionar el trauma y reducir los factores de riesgo que conducen a la violencia y el trauma.
“Estamos capacitando a los proveedores de servicios”, afirma Magda. “Intentamos que el acceso a la atención de salud mental sea sostenible en las instituciones gubernamentales, para que puedan atender a más y más personas: a todos los ciudadanos que acuden a estas instituciones. Les escuchamos para entender lo que han significado para ellos sus experiencias. Porque, qué feo es vivir con miedo”.
El desarrollo de la juventud y la salud mental son dos servicios fundamentales en Honduras. Otro es la educación. Glasswing presta apoyo a 14 escuelas de todo el país, implementando programas académicos y extracurriculares para ayudar a los estudiantes a aprender, comprometerse y conectar con voluntarios de sus comunidades. Esos voluntarios se convierten en modelos que motivan a los alumnos a estudiar, como hizo la madre de Magda con ella.
“El trabajo que hacemos de forma continua, sistemática, en los centros educativos es muy valioso para los profesores que trabajan allí, que ven el cambio”, afirma Magda. “Estamos contribuyendo al acceso a la educación de las y los niños. Y estamos contribuyendo a su supervivencia“.
Los programas son tan populares que la matrícula ha llegado al límite de su capacidad en algunas escuelas. Las niñas y niños del barrio se hablan unos a otros de los clubes y las actividades, y pronto sus amistades también se apuntan.
El camino por delante
Magda reconoce que queda mucho por hacer, pero, al igual que el consejo de su madre, la oportunidad de ayudar es una fuente de motivación.
“Igual que yo tuve mujeres en mi camino que me animaron a seguir adelante, cuando veo a mujeres más jóvenes que yo, con un par de palabras -aunque no me pidan consejo- intento motivarlas. Les digo: ‘Mira, yo salí adelante. No te dejes a la voluntad de los demás. Eres independiente. Puedes tomar tus propias decisiones. Nadie más decide por ti’“.
Este artículo se publicó el 25 de enero, Día de la Mujer Hondureña, fecha en que se conmemora que las mujeres hondureñas obtuvieron el derecho al voto en 1955. Gracias a las mujeres hondureñas por su fuerza y determinación.