Estudiantes migrantes de Nueva York comparten sus perspectivas en el primer salón de Glasswing

Estudiantes migrantes de Nueva York comparten sus perspectivas en el primer salón de Glasswing

Cada estudiante merece una educación enriquecedora y esperanza para su futuro. Lograrlo comienza con comprender lo que necesitan. 

Y comprender lo que necesitan empieza con escucharlos.

Hace algunos meses, Glasswing New York celebró el primer evento “salón”. Treinta personas, entre estudiantes y miembros de la comunidad educativa, se reunieron para compartir sus perspectivas y escuchar a las demás personas, explorando temas que iban desde los desafíos que enfrentaban hasta los recursos que les serían más útiles.

Las y los estudiantes participantes eran jóvenes inmigrantes que asisten a escuelas públicas de la ciudad de Nueva York. Llegaron a Estados Unidos desde Latinoamérica y el Caribe.

Más de 200,000 migrantes han llegado a la ciudad de Nueva York desde la primavera de 2022. Cada año desde entonces, el número de familias migrantes en los refugios de la ciudad ha aumentado. En mayo de 2024, había 65,600 residentes de refugios en busca de asilo. Según la oficina de la Contraloría de Nueva York, había 37,000 estudiantes en vivienda temporal inscritos en las escuelas públicas de la ciudad.

Las historias compartidas en el salón insinuaron las innumerables historias no contadas detrás de esos números. Las y los estudiantes describieron las dificultades de perseguir una educación en un nuevo idioma y país. Posteriormente, expresaron su entusiasmo por tener una plataforma donde pudieran hablar y que alguien les escuchara. Dada la respuesta positiva de estudiantes y otras personas asistentes, Glasswing Nueva York planea organizar un segundo salón en el otoño de 2024.

Por qué necesitamos espacios para escuchar

Para llegar a las soluciones correctas, es crucial escuchar las experiencias vividas por las personas.

La historia de Itzel es un ejemplo de esto. Lo siguiente es una composición de varias experiencias de estudiantes; Itzel no es una estudiante real. Estamos combinando experiencias para transmitir circunstancias vividas mientras protegemos las identidades individuales de las y los estudiantes.

Durante una discusión en grupo pequeño, Itzel comparte que llegó a Nueva York hablando dos idiomas indígenas. Sus nuevos vecinos hablan español y pronto se da cuenta de que, para sobrevivir en su nuevo país, también tendrá que aprender español. Aprender español significa saber dónde obtener comida, ropa, atención médica y oportunidades de trabajo.

Itzel está en la escuela a tiempo completo y trabaja 40 horas a la semana para mantenerse y enviar dinero a su familia. No tiene tiempo para aprender dos nuevos idiomas. Está enfocada en sobrevivir.

Así que no aprende inglés.

Sin conocer su historia, puede parecer que lo que necesita es más apoyo académico. Tal vez el personal de su nueva escuela la ve luchando y decide desviar más de sus limitados recursos hacia materiales de aprendizaje de inglés.

Pero eso no termina ayudando a Itzel. Ella no aprende inglés porque no tiene la capacidad para hacerlo. Mientras tanto, su salud mental se ve afectada. No se le permite participar en actividades extracurriculares hasta que sus calificaciones mejoren, lo que significa pocas oportunidades para socializar y formar una comunidad. Se siente aún más aislada en su nuevo hogar.

Cuando escuchamos a Itzel, aprendemos lo que realmente necesita. Aprendemos cómo colaborar con ella y con quienes la rodean. Ayudamos a co-crear mejores soluciones para enfrentar los desafíos únicos que enfrenta.

Los desafíos enfrentados

En el salón, escuchamos muchas historias que eran testigo de la importancia de comprender las necesidades distintivas de la juventud. El salón contó con un panel moderado por la cofundadora de Glasswing, Celina de Sola, seguido de cinco discusiones en grupos más pequeños.

A continuación se presentan algunos de los desafíos que surgieron durante esas conversaciones.

Condiciones de vida difíciles

Muchas y muchos estudiantes luchan contra la inseguridad alimentaria y de vivienda. Aproximadamente, una cuarta parte de las y los jóvenes con quienes trabaja Glasswing Nueva York viven en hoteles y refugios. Carecen de necesidades básicas y de suficiente comida nutritiva. Estas condiciones de vida inestables afectan aún más su capacidad para concentrarse en sus estudios.

Como subraya la historia de Itzel, aprender se vuelve secundario a la supervivencia.

Equilibrar la escuela y el trabajo

Muchas y muchos estudiantes combinan la escuela a tiempo completo con trabajos exigentes. Algunos trabajan en restaurantes; otros limpian casas. El estrés dificulta que se concentren en sus estudios.

Aunque el dinero que ganan ayuda a mantenerse en Nueva York, una parte significativa a menudo se envía a sus familias en sus países de origen. La presión financiera de sus circunstancias dificulta mantenerse con motivación en la escuela, ya que pueden sentir que podrían apoyar mejor a sus familias al dejar la escuela y trabajar más horas.

Dos estudiantes en el salón enfatizaron la necesidad de becas y estipendios para vivir. Estas medidas, explicaron, ayudarían a aliviar las cargas financieras de mantenerse a sí mismos y a sus familias.

Apoyo para el aprendizaje del inglés

Una estudiante describió sus preocupaciones de que no podría seguir una carrera en enfermería. Su percibida falta de dominio del inglés podría limitar sus posibilidades de ingresar a la universidad.

En la ciudad de Nueva York, la graduación de la escuela secundaria depende de aprobar el examen Regents en inglés. Más allá de esto, las y los estudiantes deben volverse fluidos en inglés para navegar las solicitudes universitarias y el mercado laboral.

Acceso limitado a tecnología

Las y los estudiantes tienen acceso limitado a laptops y otras tecnologías necesarias para la escuela. Las laptops proporcionadas por la escuela a menudo se arruinan o no se conectan a internet.

Una estudiante compartió que su abuela tuvo que enviarle una computadora desde Guatemala.

Necesidad de asistencia legal

Las y los estudiantes y sus familias necesitan asistencia legal para ayudarles a encaminarse hacia un estatus legal. Esto les permitiría permanecer en la escuela sin el estrés adicional de resolver problemas con su estatus migratorio.

Socios para el cambio

Agradecemos a nuestro patrocinador y anfitrión, East Rock Capital, por hacer posible el salón y por crear oportunidades para amplificar las voces de las y los estudiantes.

Basándonos en los conocimientos compartidos en el salón, el equipo de Glasswing Nueva York está desarrollando alianzas clave adicionales para satisfacer las necesidades de las y los jóvenes.

Estudiantes practican atención plena en el Autobús de Meditación de BEtime.
  • Para aumentar el acceso a la tecnología, la empresa de bienestar digital Noom ha donado generosamente 100 laptops para apoyar a estudiantes con quienes trabajamos.
  • En colaboración con la organización sin fines de lucro Project Glimmer, estamos reclutando estudiantes que se identifiquen como mujeres y que estén interesadas en los ámbitos de la belleza, tecnología y finanzas para participar en programas de emprendimiento y liderazgo.
  • Junto con BEtime y con el apoyo de Morgan Stanley, hemos comenzado a proporcionar sesiones de meditación informadas de trauma a estudiantes, personal escolar, madres y padres, incluyendo la práctica de la atención plena en un “Autobús de Meditación”.
  • Con Hard Rock Hotel, celebramos a estudiantes de Glasswing Nueva York en una fiesta de fin de año en junio. La modelo y empresaria Valentina Ferrer y el artista global J Balvin se unieron a la celebración. Joseph Mongeluzzi de Hard Rock fue generoso al organizar el evento y brindar su apoyo.
  • Voluntarias y voluntarios adolescentes de la Escuela Collegiate realizaron una colecta de ropa para niñas, niños y jóvenes y organizaron un evento de “compras” para familias un sábado por la tarde, con comida, regalos de ropa y libros y juegos.
  • Un grupo de mujeres filantrópicas con sede en Nueva York se movilizó para proporcionar tarjetas de efectivo y organizar una colecta de ropa para ocasiones especiales, como graduaciones, bailes y otros eventos de fin de año.
  • Con el apoyo de voluntarias y voluntarios, comenzamos a realizar talleres mensuales para educar a madres, padres y personas cuidadoras sobre el proceso de inmigración.
  • Realizamos programas de intercambio de idiomas en persona con voluntarias y voluntarios de Morgan Stanley. También estamos explorando programas de intercambio de idiomas con equipo de voluntariado de secundaria para el otoño de 2024 (si su empresa o escuela secundaria puede estar interesada en participar, comuníquese con Bridget Kane, [email protected]).
Un voluntario de Morgan Stanley dirige un taller de habilidades para entrevistas con estudiantes de Glasswing Nueva York.

Estas alianzas se basan en otros programas de Glasswing Nueva York, incluidos pasantías, clubes de lectura, mentorías entre compañeras y compañeros y proyectos de mejora escolar.

Únete a nosotros para apoyar a jóvenes migrantes

Queremos agradecer a las y los estudiantes, profesoras y profesores y madres y padres que participaron en el salón por compartir generosamente sus historias y perspectivas.

¿Tienes interés en apoyar a jóvenes migrantes recién llegados? Tu donación ayudará a jóvenes como Isabel, una estudiante de secundaria que está pensando en dejar la escuela para poder trabajar. Al trabajar a tiempo completo, podría permitirse enviar a sus tres hermanos en Guatemala a la escuela.

Ninguna o ningún joven debería tener que renunciar a su potencial. Aprender nunca debería ser secundario a la supervivencia.

Tu apoyo construye esperanza y oportunidades.